31/5/07
26/5/07
Respuesta penal a homicidios o lesiones imprudentes
El fiscal Bartolomé Vargas ha afirmado que es "desproporcionadamente baja" la respuesta penal a los homicidios en carretera
17/05/2007 EUROPA PRESS
El fiscal coordinador en materia de seguridad vial para toda España, Bartolomé Vargas, valoró hoy en Zaragoza que la respuesta penal a los homicidios o lesiones imprudentes en accidentes de tráfico en carretera es "desproporcionalmente baja" ya que "hay un agujero negro en la justicia penal que se traduce en que los homicidios y lesiones imprudentes con resultados de muerte o heridos graves prácticamente no se aplican".
Bartolomé Vargas ofreció una rueda de prensa tras participar en la capital aragonesa en una reunión en la que estuvieron presentes los fiscales coordinadores de Zaragoza, Huesca y Teruel, y responsables de la Guardia Civil y de las policías locales.
Vargas comentó que "hay muy pocas condenas por delitos de homicidio y lesiones imprudentes" y menos del 5% del total de accidentes de tráfico tiene como consecuencia condenas por estos delitos, por lo que el Fiscal General del Estado ha dado las instrucciones para que "haya más", aunque recordó no se pueden generalizar soluciones punitivas y cada caso se estudia según las circunstancias.
En esta línea, el fiscal coordinador en materia de seguridad vial para toda España se mostró favorable a la reforma del código penal que permita "una respuesta más rigurosa" porque "las previsiones penales actuales son insuficientes".
Bartolomé Vargas explicó que "la reforma del Código está pensada para hacer eficaz la ley del carnet por puntos" y, entre otras cosas, incluye una previsión de convertir en delito conducir con el permiso de conducir privado, retirado o suspendido judicial o administrativa.
Según el fiscal coordinador en materia de seguridad vial para toda España, el objetivo final es que el conductor, que es el responsable de los accidentes en el 80% de los casos, sepa que hay sanciones, también penales, y que se aplican pronto, y así "se cree una cultura de respeto a la ley en las carreteras y las calles por parte de los ciudadanos".
"Esperemos que dé resultados" y se disminuya el número de víctimas de accidentes con fallecidos y heridos graves, "sobre todo pensando en las tragedias personales y familiares que se producen todos los días en la carretera".
APOYO A LAS VICTIMAS
Bartolomé Vargas explicó que los fiscales van a velar también por que los derechos de las víctimas de accidente de tráfico, que son "las grandes olvidadas", cuenten "desde el principio con una información adecuada" ya que "suelen sufrir un estrés postraumático ante lesiones graves o fallecimientos", pero "no tienen apoyo psicológico inmediato".
Tampoco conocen los recursos con que cuenta la Comunidad autónoma, hospitalarios y jurídicos y por eso se va a trabajar para que la fiscalía, la policía local y la Guardia Civil de Tráfico "den información sobre los recursos disponibles en cada lugar, dónde hay que acudir, qué hay que hacer" y para que las víctimas "participen en el proceso, tengan adecuadas indemnizaciones y plena asistencia, antes, durante y después del proceso".
Bartolomé Vargas agregó que a la respuesta penal hay que unir también "una apuesta fuerte en prevención y educación"; así como de mejora de los puntos negros y de las señalizaciones en la carretera.
El fiscal consideró que la implantación del carnet por puntos era necesaria, como se ha hecho en la mayor parte de los países de Europa, pero estimó que es "una medida más, no la única" y su valoración debe realizarse "a más largo plazo, no comparando tantos fines de semana".
CONDUCIR BAJO LOS EFECTOS DE LAS DROGAS
El fiscal manifestó, por otra parte, que "próximamente" se va a contar con una prueba de saliva que va a permitir detectar un alto número de medicamentos y de drogas para actuar así ante la actual impunidad de los delitos de conducción bajo la influencia de drogas o psicotrópicos.
No obstante, "mientras no contamos con pruebas científicas homologadas para detectarlas vamos a abrir vías para formular acusaciones por estos delitos" a través de la actuación de la Guardia Civil de Tráfico, para que esta "constate los signos de ingestión de drogas y lleve a los conductores a un centro médico para que en él se les practiquen las pruebas".
ACCIDENTE
Bartolomé Vargas informó de que la Fiscalía está "investigando en profundidad" el accidente que tuvo lugar en Zaragoza el pasado 13 de abril en el que tres jóvenes atropellaron mortalmente a una joven en la calle Alfonso, tras lo que se dieron a la fuga, sin interesarse por el estado de la víctima y sin tratar de ayudarla, aunque finalmente se entregaron horas después.
Vargas recordó que la Fiscalía "está comprometida procesalmente en los hechos y está desarrollando su actividad con las miras de obtener la máxima respuesta penal" a un atropello que ha provocado "alarma social y tiene una extraordinaria gravedad".
Según precisó, "hay una previsión acusatoria de un delito de homicidio imprudente" al conductor del turismo, "que lleva una pena de uno a cuatro años de prisión, y de otro de omisión de socorro, que también tiene una pena de prisión", y para quienes le acompañaban en el coche "también hay una previsión acusatoria por delito de omisión", aunque precisó que todavía no se ha formulado el escrito de acusación.
25/5/07
Localización y descripción de la vía.
El primer elemento que hay que identificar y localizar es el lugar exacto en el que se produjo el accidente. Es preciso especificar si se trata de una carretera o de una calle y anotar la nomenclatura o el nombre, así como el punto exacto haciendo referencia a elementos fijos de identificación como por ejemplo, mojones kilométricos, localización de determinadas edificaciones, puentes, etc, así como establecer el punto kilométrico, si se trata de una carretera urbana o interurbana, o el número de vivienda mas próximo, si se trata de una vía urbana. Esta identificación y localización precisa del lugar del accidente permitirá a los investigadores que hayan intervenido o a otros que puedan intervenir en el futuro volver al lugar exacto para continuar con la investigación si fuera preciso.
También, como complemento a la localización del lugar del accidente, es necesario establecer la categoría o clase de vía en la que se produjo el accidente, especificando si se trata de una carretera nacional, comarcal, local o un camino vecinal; si se trata de una travesía; si se trata de una vía principal o secundaria; si es una avenida o una calle convencional o si se trata de una plaza o una glorieta.
Es fundamental realizar una descripción de la vía lo mas detallada posible especificando sus principales características geométricas. Si se trata de una vía recta se debe anotar la longitud total del tramo recto, especificando la distancia existente entre el lugar del accidente y los puntos o lugares en los que la vía cambia de dirección. Si la vía tiene un desarrollo en llano, es decir, sin inclinación, nos interesaría conocer si la calzada presenta bombeo, es decir, si la vía presenta planos con inclinación lateral, y el grado de inclinación. Si en cambio la vía presenta alguna inclinación longitudinal, (pendiente o rampa), nos interesará conocer el grado de inclinación. Dicha inclinación suele fijarse en tanto por ciento, es decir, la altura que adquiere la vía medida en metros, por cada cien metros de recorrido longitudinal. Igualmente hay que precisar el sentido de inclinación, positivo en caso de pendientes y negativo en el supuesto de rampas. Para la medición de la inclinación de la vía, ya sea en el plano longitudinal ya sea en los planos laterales, se pueden utilizar clinómetros o, en su defecto, niveles. Cuando dos tramos de vía con sentidos de inclinación distintos se encuentran es importante determinar la inclinación de cada tramo y la posibilidad de que debido a dicho cambio de inclinación pueda existir reducción de visibilidad o bien la existencia de badenes.
Si el tramo de vía presenta un trazado curvo interesará conocer, en primer lugar, el radio de la curva, teniendo en cuenta que el radio de la curva coincidirá con el radio de la circunferencia en la que la curva se encuentre inscrita y teniendo en cuenta que en el trazado total de la curva puede existir distintos radios o radios variables. En segundo lugar interesa conocer el “grado” de la curva, que es la desviación que presenta la vía y es la medida del ángulo formado por los dos tramos de la vía que se encuentran en la curva. Y en tercer lugar, interesa conocer las inclinaciones, tanto la inclinación longitudinal igual que en los tramos rectos, como la existencia o no de peralte.
Si en el lugar se produjera el encuentro de dos o mas vías al mismo nivel, habrá que especificar si ambas vías son de similares o distintas características, es decir, calzadas para el tráfico de vehículos o vía férrea. En este último caso si en el paso a nivel existen o no barreras. También es necesario determinar el tipo de intersección, su forma, es decir, si las vías convergen en cruz o en equis describiendo las posibles desalineaciones que puedan presentar las vías que se crucen mediante las correspondientes medidas de desalineación; si una vía confluye en la otra, especificando el ángulo que formen dichas vías y si la vía que confluye se encuentra a la derecha o a la izquierda, según un determinado sentido de referencia que adoptaremos a tal fin, o bien si se trata de una glorieta en la que la circulación siga un régimen circular, o finalmente si nos encontramos en una vía que enlaza o que une otras vías.
15/5/07
14/5/07
5/5/07
Juzgado por conducir ebrio, sin seguro y arrollar a un agente
La Guardia Civil pudo capturarlo tras perseguirlo cinco kilómetros
Constantino L.V. será condenado a cuatro años y medio de cárcel si el juez da por cierto que este hombre de 33 años atropelló a un agente de la Guardia Civil que le dio el alto y luego se fugó. Por lo pronto, el ministerio fiscal así lo cree, de ahí que haya solicitado la pena de prisión, la prohibición de conducir durante tres años y 1.200 euros de multa. La acusación particular, ejercida por el letrado Víctor Espinosa, pidió, además, que el procesado indemnice al agente con 3.000 euros.
(Firma: Alberto Mahía | Lugar: a coruña)
Los hechos por los que será juzgado -ayer no se presentó al proceso en el Juzgado de lo Penal número tres-, se remontan al 15 de marzo del 2003. Eran las nueve de la mañana cuando Constantino circulaba con su vehículo por la carretera de Carballo, a la altura del municipio de Arteixo. Lo hacía ebrio, sin seguro y a gran velocidad, según la acusación. Agentes de la Guardia Civil que realizaban un control de radar en la zona decidieron darle el alto. Afirma el fiscal que uno de ellos se hizo ver en la cuneta, levantó su mano, la agitó, le gritó que parase. Pero Constantino no paró. Puso su coche rumbo al guardia y cree el fiscal que si no es porque el agente se lanzó a la cuneta, lo lleva por delante. Afortunadamente, lo golpeó con un lateral del vehículo, lesionándole la pierna izquierda.
Huida
El procesado continuó viaje. Ni siquiera miró atrás, según la acusación. Los agentes emprendieron entonces la persecución. Lo hicieron con la sirena y las luces puestas, muy de cerca, intentando que el conductor depusiera su actitud. Pero Constantino, según aparece reflejado en el escrito de acusación del ministerio fiscal, hizo oídos sordos. La acusación lo culpa de poner en serio peligro la vida de los peatones y conductores que se cruzaron en su camino. La desventura fue tal, que en un determinado momento de la persecución, Constantino puso su vehículo en dirección hacia el coche patrulla y cuando parecía inevitable la colisión frontal, el procesado dio un giro brusco, continuando la fuga. Hasta que, finalmente, los agentes lograron que el procesado depusiera su actitud en el lugar de Perroas, en la parroquia arteixana de Pastoriza.
Asegura el fiscal que el procesado, en cuanto puso un pie en tierra, mejoró su actitud. No puso reparo alguno en someterse a la prueba del alcoholímetro. El resultado fue esclarecedor: 0,89 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Le ofrecieron contrastarlo con un nuevo intento o con un análisis de sangre. Constantino dejó las cosas como estaban.