26/4/07

INSPECCIÓN OCULAR DEL LUGAR DEL ACCIDENTE (Uno)

Ya hemos visto que en los accidentes de tráfico concurren diversas causas, (mecánicas, ambientales, de la vía, etc), que hay que investigar. El objeto de la investigación del accidente trata de responder a las preguntas: qué, cómo y por qué se produjo el accidente. Para conseguir este objetivo se utilizan diversos procedimientos, por un lado el estudio de las declaraciones de testigos e implicados y en segundo lugar la investigación en sentido específico o investigación técnica. No es posible descartar la importancia que tiene en el proceso de investigación las declaraciones y manifestaciones, tanto de implicados como de testigos, pero se debe tener en cuenta que sólo se pueden obtener conclusiones con valor técnico de la investigación específica, por ello es de tanta importancia que el personal que se dedique a estas labores cuente con una formación especializada en este tipo de tareas.

Los accidentes no suelen ser neutros, es decir, vehículos e implicados suelen dejar determinadas señales físicas en la vía, en los propios vehículos y en las personas implicadas, cuya reseña y puesta de manifiesto podrá contribuir a esclarecer cómo se produjo el accidente. Hay, no obstante, algunos investigadores de accidente que tratan de buscar explicaciones sobre los hechos únicamente en las declaraciones y manifestaciones de implicados o testigos, olvidándose de todo lo que puedan observar por sí mismos. Pero el éxito de la investigación y por tanto una mayor aproximación a la realidad de los hechos, va a depender de manera importante del esmero con que se busque y se encuentre huellas y otros indicios físicos en la vía y en los posibles implicados. Esas huellas y vestigios encontrados en el lugar del accidente o en vehículos presuntamente implicados complementarán las declaraciones de testigos e implicados, podrán probar o desmentir las teorías que nos hayamos planteado sobre lo ocurrido y nos marcarán el camino a seguir en la posterior investigación.

La vía, el terreno, el lugar en el que se produce el accidente debe ser estudiado metódica y detenidamente, para ello es fundamental que los investigadores se personen en el lugar de los hechos con la mayor rapidez posible dado que, además de la atención a las víctimas y el restablecimiento de la seguridad del tráfico, el tiempo juega en contra de la permanencia de determinados elementos y signos precarios como las huellas, vestigios, posiciones de los vehículos, etc., datos que serán fundamentales para descubrir qué es los que ha ocurrido y cómo ha ocurrido, (“tiempo que corre, verdad que vuela”).

Cuando el investigador afronta la inspección ocular es importante que no confíe en la memoria, que para estos menesteres es, a todas luces, corta. Las posiciones finales de vehículos e implicados, la ubicación y localización de restos, marcas, huellas e indicios deben ser registrados adecuadamente mediante anotaciones, levantamiento de croquis y planos de campo, fotografías y, si fuera posible, mediante registro videográfico. Para las anotaciones es conveniente la utilización de formularios y modelos que recojan en distintos campos todas aquellas observaciones y mediciones que vayamos realizando. La información fundamental que es preciso registrar incluye la identificación de la situación del accidente, descripción de la carretera, estado de la vía en el momento de producirse el accidente y los resultados que hayamos observado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola me llamo octavio tengo 23 años y ahora mismo llevo la asignatura de "Investigacion en accidentes de trafico e informes(1)".....en la escuela de criminologia de barcelona....me gustarias que pusierais articulos de las revistas especializadas con casos reales....con trabajos de los investigadores españoles....
muchas gracias....mi email es ferre_2004@yahoo.com